Odio este tipo de salas. Blancas, frías, con un aspecto que hace dudar entre unos sanitarios y un matadero que pretende amagar todo el sufrimiento vivido. Cuando miro a los ojos a esa leyenda llamada Brian Baker y me sorprende con una pose de lo más bravucona descubro -y no me gusta nada la idea- que efectivamente acabo de entrar en un auténtico matadero. Baker no deja de saludar a diestra y siniestra, al bajista de No Use for A Name, al vocalista de Lagwagon y a cualquiera que se cruce entre él y una, supongo, entrevista que debe tocarle las pelotas. Bad Religion están en Barcelona para participar en la segunda edición española del festival punk itinerante Vans Warped y para, de paso, presentar su enésimo álbum, "No Substance", lo cual le obliga -en cierta manera- a enfrentarse a los medios.
El caso es que el rubio guitarrista me saluda correctamente, pero prestándome menos atención que a esa colilla a medio apagar que tengo a mis pies. Aún así seguiré respetándole. Una leyenda es una leyenda y Baker lo es gracias a su esfuerzo, a los años pasados en Minor Threat, incluso en los hard rockeros Junkyard. Ahora está en Bad Religion, posiblemente una de las mejores bandas -en directo y en estudio- que le queda al punk de los noventa. Supongo que si nos ponemos a hablar de su disco las cosas se arreglarán, por lo menos un poco. "El disco está funcionando muy bien, al estilo Bad Religion. ¿Qué esperabas? A la gente le gusta y sigue acudiendo a nuestros conciertos a lo largo del mundo. Ha sido una gran y divertida gira mundial". Su tono no resulta precisamente muy conciliador. Pero estoy acostumbrado. Se trata de una leyenda del hardcore contra un fan que, por lo menos, no se presenta a la cita con la camiseta del grupo.
Sigamos. ¿Para qué narices necesitan Bad Religion a profesionales que trabajen en sus discos? "Mira, los productores no representan nada para el grupo. Esa es la razón por la que realmente no trabajamos con ellos. Hemos trabajado con varias personas, eso es cierto, pero lo único que hacen es ayudarnos en el estudio. Como Lord-Alge. Esa gente se encarga de que todo suene como debe, mientras que somos nosotros quienes realmente nos encargamos de la producción. Sabemos lo que queremos, así que tampoco tiene sentido que usemos a un productor".
Brian Baker ha vivido mucho, pero no está físicamente deteriorado. Eso sí, sigue en activo y no solamente con Bad Religion. "Estuve trabajando en el nuevo disco en solitario de Ric Ocasek. Trabajé con él porque me llamó y en esa época tenía tiempo libre. Es un buen amigo mío y ya me había dicho mucho tiempo atrás que cuando grabara un nuevo disco en solitario le gustaría que le ayudase. Y eso hizo, me llamó y le dije que no había ningún problema. Fue así de sencillo, así como te estoy diciendo". De repente recuerdo la entrevista del pasado mes con Hole y cierto comentario de Melissa Auf Der Maur a propósito de lo difícil que resultó que ambos se llevaran bien. Por lo que parece, Baker no lo entendió de la misma forma. "Eso no es cierto. Melissa y yo nos llevamos muy bien desde el principio. Me cae muy bien, es cool. De hecho, Ric pensó montar una banda con gente que estaba convencido que nos llevaríamos bien y estaba en lo cierto. Nos llevamos muy bien con ella y, además, desde el primer momento".
Y hablando de trabajos al margen de la banda. Qué mejor ocasión que esta para preguntarle su opinión con respecto al disco en solitario de Greg Graffin, ese "American Lesion" publicado por Warner el pasado año. "El disco de Greg es realmente bueno. Entiendo que algunas partes vocales pueden recordar a Bad Religion, pero es lógico, él es el vocalista. Puede que tenga alguna influencia de Bob Mould en el concepto, pero la verdad es que creo que suena mucho más a una mezcla entre Styx y Todd Rundgren".
Bien, pues veamos que nos puede decir a propósito de su propio pasado, que es un tema que daría para hablar largo y tendido. Por lo menos si se tienen ganas. Empecemos con Minor Threat. "Fue una parte muy importante de mi vida. ¿Fugazi? Por supuesto que me gustan Fugazi, me han gustado desde el principio y Jeff... bueno, él es un auténtico artista. Lo importante es que ellos estén contentos con lo que hacen. Me gustaría subrayar que yo sigo viviendo en Washington DC y que esos tíos son amigos míos. Por lo tanto sigo viéndoles muy a menudo". Perfecto, pues espero que no me eche los perros de la cubierta de "Recipe for Hate" cuando le pregunte por los años pasados en esa formación de hard rock con aroma a Bourbon que eran los Junkyard y a los que perteneció durante una buena temporada. "Lo pasé muy bien trabajando con ellos y lo que grabamos sigue encantándome. Te aseguro que no tendría ningún problema en volver a grabar hard rock. Mira, yo siempre hago la música que me apetece y por eso precisamente podría volver a hacer algo parecido en cualquier momento sin preocuparme por lo que digan los demás".
Me alegro. Baker se lo ha tomado bien y parece más relajado. Sigue saludando a todo ser viviente que se pasea por delante nuestro, pero creo que empieza a hacerlo de forma mecánica y con menos ganas de las que emplea para contestar a mis preguntas. Para no complicar demasiado las cosas, empiezo a plantear temas diversos con la intención de descubrir con cuál de ellos se siente más cómodo. Empiezo con la colaboración de Campino de Die Toten Hosen en ese himno llamado "Raise Your Voice" ("fue ver en directo a Die Toten Hosen lo que nos inspiró hacer un tema así, una especie de combinación entre su música y la nuestra, con esa melodía que se entra en la cabeza y no se olvida jamás"), el estúpido niñato que intentó aguarles el show del Doctor Music Festival del pasado año ("no estaba prestando demasiada atención a lo que aquel chico estaba diciendo o haciendo hasta que me di cuenta de que ese tipo que parecía simpático no era más que un cabronazo"), un disco tributo sueco a Bad Religion ("hay versiones mejores que las originales, pero también muchas otras que son malísimas, la mayoría") y, por último, un comentario con respecto a la negativa reacción del público en su última actuación en New York y que acababa de leer en el Kerrang! Británico. Por ahí no pasa. Se encrespa, aunque no conmigo y añade tomando aire: "¿Tío estás hablando de la opinión de un puto periodista de una revista inglesa? Estás loco. Yo estuve actuando en ese show y pateamos el culo a todos los chicos que estaban allí. Esa revista es una puta publicación británica, qué puedes esperarte de ellos".
Abandono el matadero, me pierdo entre la audiencia y disfruto de varias actuaciones del festival. Bad Religion cierran la noche y lo hacen de forma magistral en uno de sus mejores shows en nuestro país. Con eso tengo suficiente para justificarle. A Baker digo.
"No Substance" está publicado por Sony.
Texto: Joan S Luna